Una opción para comercializar aceite de oliva virgen extra al por menor es el «bag in box», un envase que resalta por su eficacia en conservar las propiedades organolépticas y la calidad nutricional del valioso «oro líquido». Al protegerlo de factores como la luz, el oxígeno, el calor y las fluctuaciones de temperatura, este formato prolonga su vida útil tras su apertura.
La reciclabilidad y eficiencia de transporte del «bag in box» son características eco-amigables. No obstante, su aceptación enfrenta desafíos ligados a su asociación con el vino de bajo precio.
La mayor parte del envasado, representando más del 90%, se distribuye en plástico PET, vidrio y latas, dejando al bag in box como una opción secundaria en la actualidad.
La principal ventaja del bag in box en comparación con otras alternativas radica en su capacidad de mantener un vacío interior una vez abierto, evitando la oxidación del producto. Esta característica convierte a este tipo de envase en un recurso valioso para extender aún más la calidad del aceite de oliva virgen.
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