El aceite de oliva español domina el mercado ecuatoriano con un 76% de las importaciones, valoradas en 6 millones de dólares en 2022. El crecimiento se atribuye al Acuerdo Comercial entre Ecuador y la Unión Europea, que eliminó aranceles y redujo precios.
Antes del acuerdo, el aceite de oliva era un producto de lujo para la clase media y media-alta, mientras que la mayoría prefería aceites locales más económicos. Aunque la sensibilidad al precio persiste, incluso los consumidores de ingresos más bajos están incorporando el aceite de oliva en su alimentación. La economía dolarizada de Ecuador brinda seguridad a los exportadores españoles.
El aceite de oliva se vincula con España y la Dieta Mediterránea, y su demanda está creciendo en línea con la tendencia mundial hacia una alimentación más saludable.